No sé si estarás de acuerdo conmigo en que la habilidad de escuchar es una de las más útiles que podrían tener tus amigos. ¡Qué pocos buenos escuchadores hay! De hecho, son tan escasos que hasta pagamos para que la gente nos escuche: se les llama psicólogos.
En este artículo descubrirás que muchas veces les pagamos para que resuelvan nuestros problemas cuando al final, lo podríamos solucionar nosotros mismos tan sólo escuchando lo que decimos.
Cómo escuchar para ayudar a los demás
Dios nos dio dos orejas y sólo una boca
A la gente le encanta que le escuchen. El problema de muchas personas es que creen que cuando alguien les está contando algo es porque desean recibir soluciones y consejos, pero la realidad no es así. Cuando alguien te está contando un problema muchas veces tan sólo quiere sentirse comprendido. Y cuando alguien siente que le comprendes, se encuentra más a gusto contigo y valora más tu compañía.
Lo realmente maravilloso del asunto es que cuando las personas tienen la oportunidad de abrirse, a menudo desenmarañan sus problemas y en el proceso descubren las soluciones por sí mismas. La clave es escuchar activamente permitiendo que la persona llegue al problema y solución a su propio ritmo. Fíjate en esta conversación:
–Ayer dejé a mi novio, estoy hecha un lío y creo que me arrepiento…
– ¿Te arrepientes de haber dejado a tu novio? ¿Por qué lo dejaste? (Pides más información: demuestras interés).
–¡Porque ya no era como antes! Ya no hacía nada romántico y prefería irse con los amigos antes que irse a cenar conmigo y no me trataba como cuando salíamos al principio…
–Pero sin embargo crees que quizás te puedas arrepentir. ¿Qué piensas que hubiera ocurrido si no lo hubieras dejado? (Reflejas sus emociones y le haces pensar en la situación que no ha ocurrido.)
–Bueno no lo sé… No creo que hubiera mejorado la situación. Realmente ya habíamos tenido nuestros problemas y aunque al principio siempre parecía que la cosa mejoraba después terminábamos volviendo a la misma situación.
–¿Te gustaría entonces seguir estando en ese mismo punto durante mucho más tiempo? (Haces que recuerde su situación anterior).
–Pues la verdad es que no. Al final te agotas.
–¿Cuáles crees que serían las consecuencias de mantenerte en esa situación durante por ejemplo 3 años más? (Le pides que siga pensando por sí misma y que lo exprese en voz alta)
–Supongo que sería insostenible. Nos hubiésemos acabado separando igualmente y hubiera sido peor.
–Entonces parece que en el fondo has hecho lo que debías hacer, ¿verdad? (La reafirmas en su decisión).
–Sí, creo que tienes razón.
Date cuenta de lo que ha ocurrido aquí. En ningún momento has juzgado a tu interlocutora, a su novio o a su decisión. Simplemente le has guiado en el mismo proceso de decisión que ella tomo por sí sola para dejar a su novio.
Al hacerle recorrer el mismo camino ella se vuelve a dar cuenta de que la decisión que ha tomado es la más lógica. De esta forma se reafirma por sí misma y queda mucho más tranquila. Y te asociará a esa sensación de seguridad.
Ésta es la verdadera esencia de escuchar. Deja que la otra persona hable, intenta comprenderla y simplemente pregunta por sus sentimientos y motivos para hacer las cosas. Te aseguro que es increíblemente agradable para la persona que es escuchada.
La segunda más imporante de las habilidad sociales: escucha sin juzgar, sólo intenta comprender. Resiste la tentación de dar consejos, tan sólo pregunta por sus motivos y seguramente la persona llegará a las soluciones por sí misma.
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Laura dice
Muy buen ejemplo, gracias. Acabo de descubrir tu blog y me ha gustado mucho, espero que sigas así. A menudo las chicas (hablo por nosotras) dudamos y necesitamos alguien que nos confirme y apoye la decisión que hemos tomado, no tanto una persona que nos esté dando consejos constantemente y diciendo haz esto así y esto asá como la mayoría de hombres, eso todavía nos crea más inseguridad.
Joak dice
Pau,
Felicidades por tus artículos. Claros, concisos y poco extensos.
Saludos.
Pau Navarro dice
Hola Joak, intento que sean como dices. Cuesta un poco más de trabajo pero creo que son más agradecidos para el lector. ¡Aunque me reservo el derecho de vez en cuando de soltar un rollo! 😉
Un abrazo y gracias por seguir el blog
Noe Couceiro dice
Guau!! Me he visto totalmente reflejada!! A mi me ha pasado algo asi y afortunadamente tuve gente al lado que me supo escuchar. Gracias a esas personar me he ido dando cuenta de lo que quería a la vez casi que lo contaba. Contar con gente así es genial. Perocomo bien dices este tipo de gente no abunda. Deberíamos usar todos un poquito más el oído que la boquita. En eso siempre las madres tuvieron razón, «En boca cerrada no entran moscas», a la hora de dar consejos todos lo deberíamos aplicar un poco. Somos todos diferentes asi que cada uno sabe como resolver sus problemas.
Por cierto, me encanta tu blog, me parece muy interesante el tema que traras. Estoy curioseando mucho por el mundo de las habilidades sociales. Un saludo! 😉
Pau Navarro dice
Muchas gracias Noe, hay que hacer caso siempre a las madres 😉 Espero que vayas encontrando la información que buscas y si quieres proponer algún tema no te cortes!
Un abrazo
Sarah dice
Gracias Pau, por este artículo en particular, pero también por haber tenido en su día la voluntad de compartir todo esto con el mundo, y buscar en cada artículo la manera de mejorar.
Me comprendo con más claridad cuando te leo, y descubro lo maravillosa e intrigante que es la parte social del ser humano. Creo firmemente que ser consciente de la existencia de habilidades sociales, y pretender dominarlas o mejorarlas, puede hacernos más felices, y eso no tiene precio.
Un abrazo.
Pau Navarro dice
Vaya, muchas gracias por tus palabras Sarah, me han sentado muy bien y me he sentido muy reflejado 🙂 Celebro que el blog te sea de utilidad.
Un abrazo y encantado de tenerte por aquí.
Steffany Zambrano dice
Esta página me encanta! me gustaría que siguieran actualizando de muchos más temas porque todos son muy interesantes así como útiles y me quedo con ganas de leer más 🙁 jeje
Pau Navarro dice
Hola Steffany, gracias por tus palabras. En breve incrementaré la frecuencia de las actualizaciones y habrá nuevos contenidos que espero que te gusten 🙂
¡Saludos!
Matias dice
«De hecho, son tan escasos que hasta pagamos para que la gente nos escuche: se les llama psicólogos.» Me imagino que quisiste decir «psicoanalistas».
Por lo demás, buen trabajo!
Daniel dice
Gracias, todos los artículos que he leído de tu blog me han encantado.
¿Qué pasa cuando la otra persona pide un consejo? Por ejemplo, si en el caso de arriba la mujer preguntara «¿tú qué harías?», ¿cómo respondo?
Tiesto dice
Hola que tal, yo no tengo ni idea de porque llegué acá, porque buscaba un repuesto de moto. En fin . Lei este articulo sobre escuchar a las personas y me sorprende que se tenga que enseñar. Yo amo escuchar ,las personas que me quieren me quieren por esto. Es muy lindo escuchar, lo que sucede es que el sistema donde vivimos. Te dice que escuchar y que no, poniendo muchos prejuicios a las nuevas ideas o gustos peculiares, el problema que eso trae es que nadie escuche a nadie, el problema es que esa persona al no ser. Escuchada, recarga sus ganas de contar los echos nuevos transcurridos, cuando esa persona charla con otra no la escucha porque cuenta lo que no puede contar, asi sucesibamente ,yo tengo en mi, muchas historias de personas que escuche con gusto, sin jusgar y sin interrumpir, porque es soverbio querer aconsejar a alguien siendo que uno siempre debe aprender mucho, uno debe dar el consejo cuando el otro se lo pide, es hermoso tener la suerte de poder escuchar a alguien que te sorprende con sus historias, yo me llevo esas historias a la tumba .si quiere alguien que lo escuche lo are con mucho gusto . Mi numero es 1150220337 de wap. Soy Tiesto saludos y no nesesitan este manual. Ustedes deben escuchar su alma , escucharse uno cuando piensa y se forma como persona. Al charlar es muy bueno escuchar , y si uno quiere contar ,pero jamas interrumpir todos valemos mucho auque critiquen sin saber ,saludos cordiales.